Entradas

Mostrando entradas de enero, 2024

Nada de lo que enorgullecerse... Salvo de estar vivo. (Fragmentos de este cuento llamado vida)

Me quedé por unos segundos mirando su cara, su cuerpo, sus gestos, y lo único que podía pensar era "catálogo de la miseria humana"... Me pregunté, después de asimilar esta sensación, qué hacía yo enfrentándome a este catálogo, por qué no elegía otras cosas más bellas en las cuales reposar mi odio, mi tristeza, mi vida... Y sobrevino la rápida conclusión: tanto él como yo eramos parte de un mismo catálogo mucho más grande: catálogo de la miseria animal. Me felicité por modesto y me reté por lo mismo ya que a lo único que me llevaría la modestia es, en este momento, a no seguir mis impulsos violentos de hacer cagar a ese pelotudo... Seguí mi lejanía mundana y me alejé de ese fragmento de catálogo. Ecuché sus gritos paso tras paso, caían a mis oidos: él quería que yo conociera, por la invitación de sus manos, el asfalto caliente, reluciente por el sol. Me tragué el orgullo y sólo le tatué mis dedos en el pensamiento, en la idea, pero también mi indiferencia en su corazón.....

Soslayo

No mires de soslayo Porque va a ser el soslayo el que te mire a vos. Decile que sí a tu inquietud y que el soslayo s e convierta en un enfrentamiento: En un "esto está pasando, pues me pasa a mí" No te escondas en las tinieblas del mundo circundante Esas tinieblas hablan pero uno puede dejar de escuchar O, aún mejor, puede responder, contrastar, contradecir, imponer. El soslayo sólo se impone en uno por la propia debilidad, por su sumergimiento en pensamientos ajenos, históricamente ajenos. Lo que nos rodea nos invita a nadar, no pensemos que nos invita sólo a sumergirnos, porque si así lo hacemos corremos el riesgo de ahogarnos (y vaya si han habido muertos. La tierra de este mundo está hecha de abono de sumergidos sin retorno). Estamos vivos, pues entonces hagamos honor a lo que eso requiere: seamos nuestra afirmación. A decir, mirar de soslayo es dudar de uno mismo, pues es tener miedo de las propias consecuencias del sentir. Mirar de soslayo es negarse a uno mismo y dejar...